Soy una mujer creyente, no me da pena decirlo, ni me avergüenzo de Aquel que me amó tanto como para dar su vida por mí en el madero.
Le creo a El cuando dice que "..para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito" Rom.8:8
Pero, ¿Cómo puede cooperar para bien el convivir con una enfermedad tan horrible como la Leucodistrofia Metacromatica o cualquiera de las Leucodistrofias? ¿Cómo puede algo así cooperar cuando todo es destrucción, cuando ves poco a poco tu amado a amada perder lentamente sus facultades, su vista , su oído, su sonrisa, su capacidad de comer, su movilidad, su respiración, hasta que por fin -más bien misericordiosamente- llega la muerte?