domingo, 1 de julio de 2018

UN SALUDO MUY ESPECIAL, UN AGRADECIMIENTO Y UN NUEVO COMIENZO




Desde el momento en que Lucía fue diagnosticada con una Enfermedad Ultrarara Neurodegenerativa en el año 1999, he vivido una lucha constante por transformar para bien los efectos devastadores de este evento; no fue posible cambiar la inevitable  progresión  de la enfermedad, con la consecuente perdida de todas sus funciones vitales, ni la afección sobre nuestro ambiente familiar, social y económico, ni tampoco el final del vaticinado pronóstico. Pero el legado que dejó Lucía después de su muerte, promovió al final la transformación de la realidad propia y la de quienes estamos implicados en esta causa tanto en Colombia como en la Región Latinoamericana, y por qué no decirlo, también de manera global.