DIEGO BURGOS DUARTE

DIEGO BURGOS DUARTE nació el 26 de abril de 2007 en la ciudad de Bucaramanga, hijo de padres jóvenes (yo soy Mauricio, mi esposa se llama Sara), igualmente ciudadanos de la capital de Santander, Colombia. Diego es hijito único y habiendo nacido aparentemente normal, ha sido la alegría de sus padres y familiares.



Desde recién nacido su mami notaba algo extraño pero no lo lograba identificar, ya que el pequeño se veía normal; fue alrededor de los 9 meses cuando presentó una convulsión que hizo que empezáramos a indagar las causas. Al poco tiempo comenzó a ser tratado por un neurólogo pediátrico, ordenando la realización de un primer examen denominado electroencefalograma y el inicio de terapias ya que se evidenciaba retardo en el desarrollo, además debió iniciar la toma de medicamentos anticonvulsivantes para controlar las convulsiones. La conclusión del examen fue que había un retardo en la mielinización y una hipotrofia del cuerpo calloso.

Acercándose el cumplimiento de los 2 años no se veía ninguna mejoría; por el contrario, su desarrollo iba de para atrás y los dos neurólogos que lo habían visto no se mostraron interesados en buscar las causas, ellos se dedicaron al control de las convulsiones y a esperar posible mejoramiento mediante el tratamiento terapéutico.

Ante la aparición de un nuevo neurólogo pediátrico en nuestra ciudad, decidimos consultarlo. Este nuevo medico recomendó el cambio de medicamentos anticonvulsionantes por que estos deterioraban otros órganos; además se mostró interesado en buscar la enfermedad base de los anteriores síntomas, para nosotros... este suceso fue como un regalo de Dios porque su ilusión igualmente era conocer las causas de las molestias presentadas por el niño, es así como pasados 5 meses de este tratamiento mediante la realización de exámenes especializados se obtuvo el diagnóstico de la enfermedad denominada LEUCODISTROFIA METACROMATICA (LDM), resultado bastante desalentador ya que se trata de una enfermedad de carácter degenerativo del Sistema Nervioso, por la falta de una enzima.



Nos dijeron que no había cura, ni tratamiento adecuado para la misma y todo se resumía a continuar con el tratamiento buscando evitar el deterior de la calidad de vida de Diego. Meses después se nos propuso la posibilidad de realizarle un trasplante de médula ósea el cual detendría el avance de la enfermedad, pero tenía un alto riesgo. 
Dieguito y su papi Mauricio
No fue una decisión para nada fácil, pero lo asumimos. De esta manera antes de cumplir los tres años, Dieguito fue trasplantado en el Hospital de la Misericordia de la ciudad de Bogotá reemplazándole la médula ósea, buscando que produjera por sí mismo la enzima ARISULFATASA A, causante de la enfermedad.

Dieguito y su mami Sara


Después de 6 meses de este procedimiento Dieguito murió a causa del efecto “injerto contra huésped”. Esta experiencia a pesar de lo difícil nos ha permitido tener un sentido más amplio de la vida y servirá para que familiares y otras personas estén alerta y actúen de manera ágil ante una situación similar y de esta manera obtener un tratamiento oportuno para sus seres queridos.