domingo, 27 de noviembre de 2011

EL SUFRIMIENTO CON PROPOSITO: UNA MANERA DE LIBERARSE DE LAS ARMADURAS DEL ALMA Y CONOCERSE A SI MISMO

A propósito del cuento  “El caballero de la armadura oxidada”, que leí durante estos días, encuentro que muchas veces andamos tan ocupados tratando de ser otras personas, que olvidamos conocernos  a nosotros mismos, aceptarnos y amarnos realmente tal y como somos. Más que entrar a un análisis del tema del libro, quiero traer a colación una reflexión acerca de un  instrumento muy importante que en el libro apenas se deja entrever y que puede acercarnos al conocimiento de ese yo interior, empujándonos a transitar por el “sendero de la verdad” que describe la obra: el sufrimiento con propósito. 

Pero, ¿A quién le gusta sufrir? La respuesta es evidente. Todos respondemos: “A mí no”. Ninguno de nosotros quisiera experimentar el sufrimiento como camino para enfrentarnos al silencio, al conocimiento de sí mismo, a los miedos y a las dudas.

Pero, paradójicamente, eso es lo que hace esta experiencia: nos obliga a guardar silencio y escuchar, nos revela verdades acerca de nosotros mismos y nos apoya para enfrentar los más grandes miedos, los cuales, sin él, jamás habríamos sido capaces de desafiar. Esto, sin embargo, es verdad hasta cierto punto, teniendo en cuenta que muchas personas han sufrido indeciblemente y aun así no han llegado al conocimiento de sí mismos y al logro de la plenitud de vida, dejándose llevar por el camino fácil de la amargura.

Es importante entender que el sufrimiento por sí mismo no podrá llevarnos por este camino de la verdad,  a menos que seamos capaces de encontrar algo más allá de él, y eso es lo que yo denomino “el propósito del sufrimiento”. 

Existe una frase muy trillada que se utiliza para las personas que atraviesan grandes tribulaciones: “no te preguntes el por qué, sino el para qué de esta situación” y aunque suena a cliché, esa es la verdadera pregunta que debe contestarse, pues el sufrimiento siempre trae encerrado dentro de sí un gran tesoro que  solo necesita tiempo, perseverancia, paciencia y actitud humilde para descubrir.

En palabras de Víctor Frankl, famoso psiquiatra judío que tuvo que vivir los campos de concentración nazi y que pudo sobrevivir más que nada, porque le supo dar un logos (significado) a su existencia: “el sufrimiento es superable siempre y cuando se encuentre en él, propósito”

Una vez que se va descubriendo ese propósito,- poco a poco-, van cayendo esas capas de la gruesa armadura que hemos querido construir: el mostrar máscaras y apariencias, el evitarnos a nosotros mismos, el buscar los logros basados en el tener y en el hacer más que en el ser, el responsabilizar a los demás por lo que sabemos que está mal en nuestras  vidas y muchos otras pensamientos, sentimientos y actitudes que nos alejan de nosotros mismos y de quienes nos rodean. Al caer la armadura, nos reconocemos, aceptamos y amamos plenamente, aceptamos la vida que hemos querido y la que nos ha tocado vivir, podemos ponernos en los zapatos de los otros y nuestras relaciones se vuelven más trasparentes e íntegras, además de llenarnos de un gozo y amor que solo se alcanzan sin el peso terrible de todo ese metal emocional sobre nuestra alma.   

El camino de la verdad es una lucha, es estrecho y empinado y exige sumisión y disciplina para aceptar el sufrimiento como un maestro que nos permite  ver las armaduras que nuestra mente forja en torno nuestro, ver a los demás con compasión y las situaciones con los ojos del amor. Así alcanzamos la sabiduría, que no es otra cosa que el verdadero conocimiento de Dios, de uno mismo y de lo que nos rodea. Si no lo hacemos así, el sufrimiento seguirá eternamente a nuestro lado.

La clave para no desperdiciar el "sufrimiento con propósito" es la obediencia. Entendamos lo que la circunstancia (Y Dios a través de ella) nos quiere hablar. Transitemos el camino con humildad y fe, entendiendo que toda circunstancia adversa, trae detrás de sí la bendición del crecimiento y el propósito grande de enseñarnos cuan maravillosos somos y cuanto podemos crecer y ser. Se aprende más de las circunstancias adversas que de las exitosas, cuando todo va viento en popa. 

3 comentarios:

  1. QUERIDA ANGELA ,YO ME SIENTO ASI COMO EL CABALLERO DE LA ARMADURA OXIDADA ,LEI ESTE LIBRO HACE MUCHOS AÑOS ,PERO HOY TE PUEDO DECIR QUE ME ENCUENTRO ANONADADA CON TANTAS ATROCIDADES QUE EXISTEN EN LA VIDA HUMANA,:( ,ADEMAS DE SUFRIR EN SILENCIO ,HACIA MI INTERIOR LA ENFERMEDAD DE MI ESPERANZA VICTORIA ,OJALA Y ALGUN DIA DIOS ME DE EL CONSUELO DE ENTENDER TANTAS COSAS ...UN ABRAZO AMIGA

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  2. Hola Querida Angela,eh vivido en estos pocos dias sensaciones un tanto confusas de repente alegrias, luego tristeza, nostalgia, he sentido que apesar de que lo tengo todo (una vida digna, amor,salud, dinero, y estoy rodeada de gente espectacular)en ocasiones no le hallo el lado bueno a mi existencia, pero al ver la vida tan dura que has tenido me doy cuenta que tengo mucho por que luchar y por quienes ser feliz, me encantaria que me ayudaras a encontrar ese yo interior que aun no eh encontrado para mejorar la calidad de mi propia vida.

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  3. Me alegra mucho que esta nota nos ayude a por lo menos preguntarnos que está pasando.
    Sé que ustedes encontrarán con la ayuda de Dios el significado de sus vidas y ese propósito tan anhelado. Propónganse escuchar a Dios a ustedes mismas y sobre todo, aquel que tiene y ha sido afortunado, ocúpese también por los que están mal.
    El dar con amor, es uno de las mejores reveladores del propósito de la existencia

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